9 feb. 2009

Instrucciones para subir una escalera

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

JUlio Cortazar "Historias de cronopios y de famas" 1962

3 ene. 2009

BUSH Y EL ZAPATO

Despues de recibir aquel zapato; George se fue a buscar a la cenicienta.

http://www.youtube.com/watch?v=sTZJMuW6x6Q

9 dic. 2008

TITULO PARA UN CUADRO SUBREALISTA PARISINO

a un mimo

poeta, botella y perro

13 oct. 2008

LIMA ES UN QUESO

todos somos chinos
ceros y ceros sobre un uno
rayita de ojal contra nuestra gorda corona

huella de azote sobre tanto lomo

todos somos japoneses de kodak
cámara en mano
turistas del vecino
de ciclÓpea sonrisa hecha guiño de clik
aguaitando el baile de la carne
trémula ya mordida

Unos en danza de Ceros

señalización hecha despojos
flechas echadas
oh casi similares al uno
buscando su caricia de ladrido
casi ceros naciendo de mi boca
dulce paridor de ceros
chino sobre la carne
fabricante de chinos

somos es somos al revés

23 jun. 2008

LOS NIÑOS DEL ALGODON

LOS NIÑOS del algodón comen el azúcar rosáceo que los mantiene despiertos entre el aire anaranjado.
Hay que padecer livianamente el ver sus manos heridas por el continuo desmoñe de la flor blanca. Aquel bulto que recogen sus espaldas, tan suave y denso como cargar una nube.

Su altar es una antena donde incineran mechones de cabellos y pedazos de cuero.
Las ondas suben y corren apacibles por las veredas y jardines correctamente equivocados.

Ese gesto leve de abandonados posee sus cuerpos durante todo el largo día en que caminan las veredas quietas y sordas, de las fábricas quemadas; el umbrío destello nocturno que los fluidos ecos de los carros renuevan.
Los niños que cargan algodón, a través de los parques, pueden sufrir en dulce delirio la demora que ocasiona la excesiva densidad de su carga.

Saturados en cierto punto por el moho rosa que cubre el material podrido, pudieran comenzar a florecer cristalizaciones en sus humildes celdas.

11 set. 2006

NIÑA NEGRA

Niña negra
danza dulce
tal vez
muy negra
pero niña
rodeada de tóxico
y hasta de tristeza cayendo de la música
niña oculta en manchas
moteada de golpes
teñida a toques
tal vez
oscura de cabeza
aún niña
sana
brutalmente saludable
a la villa rociada de polvo
regalas la risa más turbada
obtienes los monstruosos dioses
y se parte tu color
con el amor
yaces oculta ahora
débil malograda
tu tumba se parece a la noche
y descubres la luna
una y mil veces
y anke tu risa ya tuerce la esquina
vuelves mejorada
de los viajes para alcanzar el sufrimiento
aquel del espectacular dibujo
no es político tu sudor
es de alguna carrera
de algún escondite
de un corazón perlado
vestido equivocado
niña negra
danza dulce